Recitado
Como quien sale hacia el norte
y tira al oeste y se va,
a un poco más de una legua
de Mercedes, allí está:
parece una llamarada
quemando el espinillar;
¡las velas prenden abajo
las banderas al flamear!
Dicen que un 8 de enero,
después de un San Baltazar
de lo de Zía Maria,
la partida policial
lo sorprendió y lo detuvo
cuando se puso a sestear.
Aunque estaba acompañado
nada pudo y se entregó;
mataron a trabucazos
a los otros que eran dos,
y a él, pues tenía sentencia
por gauchillo y desertor,
lo colgaron de los pies
y un indio lo degolló.
Cuentan que siendo famoso
por su gran temeridad
con un payé en la mirada y otro en la mano
capaz de paralizar a toda la partida policial
lo grande de Antonio Gil
fue que no quiso pelear,
si hasta les dió su cuchillo
para hacerse degollar.
Eso sí, dejó bien claro
su inocencia federal:
Si robó, le robó al rico
por justicia popular;
¡la inocencia de los pobres
se llama necesidad!
I
De faja y poncho rojo tenias en los ojos
Cabureí.
Por eso es que mirabas
y enamorabas o castigabas,
Antonio Gil.
Dicen que San La Muerte cuidaba de tu suerte,
Antonio Gil
y los que te buscaban,
si te tiraban, no te pegaban,
Antonio Gil.
II
Correntino ité,
gente fiel de más,
si te alzaste fue
por tu libertad.
Bravo cuimbaé,
limpia sangre avá,
moriste en tu ley,
por la libertad.
Recitado
Ni bien volvió la partida
cumplida la comisión,
se comprobó la inocencia
y la gente se enteró
por los mismos matadores
de todo lo que pasó
y de la cruz de espinillo
que allí clavada quedó.
La cruz que tanto jaleo
vino a suscitar después
cuando el dueño del lugar
barrió con todo,
allí fue que se quedó medio loco
y le empezó a suceder
una collera de cosas
que son para no creer.
Desde entonces los viajeros
le dejan algo al pasar:
plata, velas o cigarros,
que uno los puede ocupar
con tal que rece al llevarlos
por el difunto, nomás.
No vaya a pasar de largo:
chaque!, le puede ir mal
si con rezar un Bendito,
no pierde, y ha de ganar.
Los promeseros le dejan
para pagarle un favor
en mástiles de tacuara
banderas de su color,
casi todas coloradas,
que agradeciéndole a Dios,
se destiñen en el viento,
bajo la lluvia y el sol.
Cruces de fierro forjado
también le suelen llevar,
y hay promesas que se pagan
con un baile en el lugar:
¡por eso, algunos domingos
de cordión y mbaracá,
resucita la Bailanta,
y es ese,
y es ese un milagro más!
Dicen que fue su delito
pelear con la libertad,
No aguantarse la injusticia
Y alzarse al monte nomás...
Tal vez por eso mi gente
Le reza cada vez más
Y hay quién dice que a la larga
Mi pueblo lo va a imitar...
I
Las niñas estancieras soñaban que tú eras
su paladín.
En tanto los patrones
y los matones veían visiones
pensando en ti.
Soldado correntino seguías el camino
de San Martín
Gente de Madariaga,
de bincha y daga,
cabeza paga por resistir.
II
Correntino ité,
gente fiel de más,
si te alzaste fue
por tu libertad.
Bravo cuimbaé,
limpia sangre avá,
moriste en tu ley,
por la libertad.
El Ser humano en algun momento de su vida necesita creer en un Ser Superior y en los k han partido y estan en su presencia.Pero los milagros ocurren de acuerdo a su FE.Si crees con todo tu Ser.todos tus atomos.Se materializan.Que el Divino Amor Vibre en tu Alma.Por siempre y para siempre.
ResponderEliminarObvio es milagroso por eso estoy vivo
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