martes, 4 de junio de 2013

Los de Imaguaré - Sinceridad

Hoy en la calle mientras iba yendo,
entre el ruido, el apuro y el afán de tener
unos desconocidos me pararon pidiendo que por favor conteste,
que querían saber...
Me preguntaron si yo era un conformista,
si un rebelde o acaso un soñador.
Y me obligaron a “pasar revista” a lo que pienso, digo y hago;
a esto que soy...
No siempre las palabras significan lo mismo
y es la ley del consumo no pararse a pensar.
Yo quise contestarles lo que sé por mí mismo
lo que aprendí en mi casa, lo que he aprendido a amar.
Y me puse a explicarles que lo mío,
este genio, este modo y hasta el tono de voz
no es moda, copia, invento, desvarío
es una herencia, un algo que hace que sea lo que soy.
Me dicen conformista pues me asquean el lujo y la codicia
porque para mí ser sencillo es una ley.
Dicen que soy rebelde porque no transo con las injusticias,
con la mentira, el robo, y el que por algo te podrás vender.
Y soy un soñador porque al brindarme al que me necesita
siento en mí todo aquello que va contra su dignidad.
Por lo tanto Señores: no soy un consumista,
estoy en rebeldía y me gusta soñar.
Sólo soñando puedo seguir siendo yo mismo;
porque soñando puedo no venderme y luchar;
porque soñando puedo dejar en el camino todos los falsos dioses de nuestra sociedad.
Y es que soñar hoy es una tarea que exige a gritos nuestro pueblo
y es crear el clima para nuestra fiesta
digo espacios fraternos, donde uno pueda ser.
Se trata de pensar con amor en el encuentro
ir sumando lo bueno, lo que conozco y sé que es mío y tuyo;
patrimonio nuestro: Tierra, Gente, Cultura, Historia, Pan y Fe;
y al mismo tiempo ir restando miserias, mentiras, injusticias,
rencor y sus tristes dolorosas consecuencias...
Así me reconcilio y sirvo a mi País
a esta mi Patria hermosa, cuna de lo que somos
tierra de nuestros padres, donde yo y ustedes mis hermanos
fuimos todos amados y vinimos al mundo por amor.
Y fuimos no se cuántas, quien sabe cuántas veces perdonados
traídos hacia el bien, y asi nacimos y crecimos,
y vivimos siempre queriendo ser hermanos, que es un modo de ser.
Y bien, ahora ya saben de donde vienen y hacia donde quieren irse mis sueños.
Sé quién soy y lo que quiero ser me anda aquí por la sangre
porque si nos reconocemos, pienso yo,
que es cosa de engavillar a los sueños, nuestros sueños del alma
y arremangados a lágrima y sudor ponernos en conciencia
ante Dios y la Patria
a decir y a hacer la libertad que se nos dió.
No vale ya y resulta insoportable que te manden a hacer, te obliguen a copiar.
Solamente seremos de veras responsables si cada cual
si cada cual se juega su propia dignidad.
Con sencillez seremos verdaderos, y con justicia hermanos de verdad.
Y al buscar y encontrar entre todos el viejo derrotero
hallaremos el rumbo que dentro nuestro está.
Como ven, yo soy de tierra adentro, provinciano...
y es más, me gusta ser, saber que soy y parecer argentino
y por eso, latinoamericano.
Lo que exijo no es mucho... y es: ¡que me dejen ser!


Poema de Julian Zini

Mario Bofill - La valija

Recitado

Hay un río de lágrimas
que moja la esperanza
de este pueblo andariego
que somos vos y yo...
pueblo lindo, festivo,
que en vez de estarse triste,
se ríe de sí mismo
con la comparación en ñemoá...
Y es que fuimos
y somos un pueblo peregrino
que sueña y se enamora
tocando la cordión...
y baila, canta y grita,
y a veces hasta llora
mascando el viejo sueño
que hay en su corazón...


I
              Em
Vale la pena de vez en cuando
               C              B7
tomar coraje y revisar
         Am                  G
esa valija de provinciano
                   B7                  Em  
con que llegamos a la ciudad.
Esa valija donde trajimos
                         C                    B7
con nuestros sueños tanta ilusión
         Am                G 
esa valija donde pusimos
                B7                    E 
las pertenencias del corazón.


II
                     E 
Más de cien años de andar sufriendo
             C#7          F#m  
del interior a la Capital
                                                 B7 
Más de cien años de estarnos yendo
                                             E 
campo, paraje, pueblo, ciudad.
Resiste el alma de noche y día,
               E7                  A
entre el ruido y la soledad
                       A7                   E   
Dios libre y guarde lo que sería
             C#7           F#7
si no tuviera la picardía
             B7                   E
y la alegría de un ñemoá.



Recitado

Hay días grises en que el abuelo
siente por dentro la procesión
de la nostalgia y de los recuerdos,
y busca alivio su corazón...
Como un remedio buscan sus manos
sobre el ropero o en el placard
esa valija de provinciano
donde aún resguarda su identidad...


I
Con el sombrero vino el cuchillo,
o sea el respeto y la dignidad,
y el dos hileras, "curunducito"
de la nostalgia y la soledad.
Con su rosario, puso la abuela,
su fe y la estampa de la Itatí
con la bombilla, puso de herencia
el modo antiguo del guaraní.


II (repite)
Más de cien años de andar sufriendo...


Letra de Julián Zini y música de Mario Bofill

Trébol de Ases - Ansias de retorno

I
F#m  F#7                              Bm
Hoy que me encuentro muy lejos
       E                    A
de mi terruño querido
                                    C#
las cosas que yo he vivido
                                    F#m
mi infancia en aquel lugar.
      F#7                      Bm
Momentos de no olvidar
        E                        A
la buena gente, el paisaje,
                                 C#
la amistad del paisanaje,
                            F#m
las ganas de regresar.


II
                         E 
Cuando impensado
                   A 
puebla mi oído
              C#
algun sonido
               F#m  F#7
de chamamé,
             Bm  
Alborozado
                   F#m
gozo en un grito
                  C#
porque palpito
                     F#m
que he de volver.


I
Pesaroso y taciturno
me apabulla un pensamiento
de desarraigo y presiento
que la vuelta he de pegar.
Y aunque tengo un buen pasar
las raíces que he dejado
son fuertes y entusiasmado
me empujan por retornar.


II (repite)
Cuando impensado...


Letra y música: Salvador Miqueri
Transcripción y acordes por Alejandro Aristimuño