I
A E7 A
Para olvidar una pena que me envuelve el corazón
E7 A
me voy muriendo al tranquito camino a Vence Rincón
A7 Dm G C
Cañada Fragosa al frente, tacuaral detrás de mí
E7 A
y más atrás una pena llorando en Caá Catí.
II
A Bm
Una vez crucé el estero cuando me fui a Santo Tomé
E7 A A7
un viejo que mariscaba me enseñó a cantar este chamamé
Dm (A7-G-F#) Bm E7
dentro el monte llora el urutaú, no lamenta amores
A
llora de caú.
I
Para olvidar una pena, dejando lo que mas quiero
Voy sumando a la distancia cañada, palmar y estero
Pero es inútil la pena, se viene detrás de mi
No he de safarle a la vida, me vuelvo a Caá Catí
II
Una vez crucé el estero cuando me fui a Santo Tomé
Un viejo que mariscaba me enseñó a cantar este chamamé
Dentro el monte llora el urutaú, no lamenta amores
Llora de caú.
No lamenta amores, llora de caú.
Letra y música: Albérico Mansilla - Oscar Valles
lunes, 28 de noviembre de 2016
Antonio Tarrago Ros - Me vuelvo a Caá Catí
Autores - Intérpretes:
Albérico Mansilla,
Antonio Tarragó Ros,
Oscar Valles
miércoles, 27 de julio de 2016
Ubeda Chávez - Las tres cruces
I
F#m C#7
En las cuatro bocas que aquel camino
F#m
forma al cruzarse con el Real,
C#7
a un costado está clavada
F#m
la cruz sagrada de mi Taitá.
C#7
Muy junto a ella a un torniquete
F#m
la Cruz de Olano atada está
C#7
a dos, tres pasos del alambrado
F#m
media caída, la de Cambá.
II
C#7
Para una fiesta de día Patrio,
F#m
pa’ un 25 de mayo fue;
C#7
hubo carreras en las cuatro bocas,
F#m
en el bolicho de don José.
C#7
Taita y Olano, viejos contrarios
F#m
enemistados por su opinión,
C#7
al encontrarse se pelearon,
F#m
ponchillo en brazo, facón a facón.
(recitado)
Cambá que era el Comisario
corrió a apartarlos, era su deber.
Muy malheridos y ensangrentados
los tres quedaron allí, en su ley...
I
Y desde entonces las cuatro bocas
son muy sagradas en el lugar
y las tres cruces son milagrosas
la de Taitá, Olano y Cambá.
Los pobladores de aquel paraje
chipá y naranjas suelen llevar
para que recen por esas almas
algún andante por el lugar.
II
Para una fiesta de día Patrio,
pa’ un 25 de mayo fue;
hubo carreras en las cuatro bocas,
en el bolicho de Don José.
Letra y Música de Mario Millán Medina
Acordes por Alejandro Aristimuño
Real: camino principal
Taitá: padre
Cambá: morocho (guaraní)
Chipá: torta
Andante: caminante de paso por un lugar
Es costumbre de la gente de campo poner en las cruces que se hallan al borde de los caminos, frutas o tabaco, para que los caminantes que pasan por esos lugares puedan proveerse y al mismo tiempo recen por el difunto, que generalmente ha muerto allí mismo por un hecho de sangre.
F#m C#7
En las cuatro bocas que aquel camino
F#m
forma al cruzarse con el Real,
C#7
a un costado está clavada
F#m
la cruz sagrada de mi Taitá.
C#7
Muy junto a ella a un torniquete
F#m
la Cruz de Olano atada está
C#7
a dos, tres pasos del alambrado
F#m
media caída, la de Cambá.
II
C#7
Para una fiesta de día Patrio,
F#m
pa’ un 25 de mayo fue;
C#7
hubo carreras en las cuatro bocas,
F#m
en el bolicho de don José.
C#7
Taita y Olano, viejos contrarios
F#m
enemistados por su opinión,
C#7
al encontrarse se pelearon,
F#m
ponchillo en brazo, facón a facón.
(recitado)
Cambá que era el Comisario
corrió a apartarlos, era su deber.
Muy malheridos y ensangrentados
los tres quedaron allí, en su ley...
I
Y desde entonces las cuatro bocas
son muy sagradas en el lugar
y las tres cruces son milagrosas
la de Taitá, Olano y Cambá.
Los pobladores de aquel paraje
chipá y naranjas suelen llevar
para que recen por esas almas
algún andante por el lugar.
II
Para una fiesta de día Patrio,
pa’ un 25 de mayo fue;
hubo carreras en las cuatro bocas,
en el bolicho de Don José.
Letra y Música de Mario Millán Medina
Acordes por Alejandro Aristimuño
Real: camino principal
Taitá: padre
Cambá: morocho (guaraní)
Chipá: torta
Andante: caminante de paso por un lugar
Es costumbre de la gente de campo poner en las cruces que se hallan al borde de los caminos, frutas o tabaco, para que los caminantes que pasan por esos lugares puedan proveerse y al mismo tiempo recen por el difunto, que generalmente ha muerto allí mismo por un hecho de sangre.
Autores - Intérpretes:
Damasio Esquivel,
Dúo Úbeda Chávez,
Juancito Güenaga,
Mario Millán Medina
Ubeda Chávez - Por vos
I
E7 A
Yo no se si son tus ojos
E
tu figura tus cabellos
B7
tus labios o los hoyuelos
E
que embellecen tu sonrisa.
E7 A
Pues todo en vos justifica
E
que me hayas robado el sueño
B7
y pases por mis desvelos
E
como perfumada brisa.
II
B7 E E7
Dame a beber del arroyo fresco de tus amores
A
bella mujer
E
dame mi bien la luz de tus ojos
B7 E
los más hermosos que conocí.
B7 E E7
Quiero sentir de tu piel la seda como una hoguera
A
quemándome
F#7 B7
y en la guayaba jugosa de tu dulce boca
E
saciar mi sed.
I
Por vos se me vuelve el alma
un manantial de poesía
por vos tiene mi guitarra
una tristeza escondida.
Dame tu arrullo paloma
cobíjate aquí en mi nido
junto al tizón encendido
del corazón que te adora.
II (repite)
Dame a beber del arroyo fresco...
Letra y música: Félix Chávez - Héctor Chávez
Transcripción y acordes por Alejandro Aristimuño
E7 A
Yo no se si son tus ojos
E
tu figura tus cabellos
B7
tus labios o los hoyuelos
E
que embellecen tu sonrisa.
E7 A
Pues todo en vos justifica
E
que me hayas robado el sueño
B7
y pases por mis desvelos
E
como perfumada brisa.
II
B7 E E7
Dame a beber del arroyo fresco de tus amores
A
bella mujer
E
dame mi bien la luz de tus ojos
B7 E
los más hermosos que conocí.
B7 E E7
Quiero sentir de tu piel la seda como una hoguera
A
quemándome
F#7 B7
y en la guayaba jugosa de tu dulce boca
E
saciar mi sed.
I
Por vos se me vuelve el alma
un manantial de poesía
por vos tiene mi guitarra
una tristeza escondida.
Dame tu arrullo paloma
cobíjate aquí en mi nido
junto al tizón encendido
del corazón que te adora.
II (repite)
Dame a beber del arroyo fresco...
Letra y música: Félix Chávez - Héctor Chávez
Transcripción y acordes por Alejandro Aristimuño
Autores - Intérpretes:
Dúo Úbeda Chávez,
Felix Chávez,
Gabino Chavez,
Héctor Chávez
miércoles, 1 de junio de 2016
Edgar Estigarribia - Sollozo de un acordeón (poema)
Los dedos invisibles de un duende amanecido
o un puñado de teclas se acercan a jugar
y un acordeona blanca se llena de sonidos
como si descendiera de lo desconocido
el corazón del dueño para resucitar.
Así van desfilando muy suave en el teclado
las dulces melodías que nunca morirán...
Siempre al comienzo surge la tierna "Madrecita"
y luego, como un potro salvaje que relincha
retoza "El Curuzucuateño" pidiendo un sapucay.
El concierto se extiende hasta la madrugada
hora en que el visitante se tiene que alejar
como no halló en el cielo aquel blanco teclado
y es para el Rey un niño que solloza en sus brazos,
lo sigue consolando desde la eternidad.
Son serios musiqueros que vienen comentando
que si a la verdulera la dejan sin guardar
en las noches serenas según Altamirano
se rompe aquel silencio
como si una extraña mano
muy suave en su teclado se pone a ejecutar.
No te extrañes paisano si una noche cualquiera
tu acordeón de dos hileras comienza a rezongar
es Tarragó, el Maestro, que llega de visita
y después de haber tocado su dulce "Madrecita"
al reino de los cielos regresará...
Poema de Edgar Estigarribia
Transcripción por Alejandro Aristimuño
o un puñado de teclas se acercan a jugar
y un acordeona blanca se llena de sonidos
como si descendiera de lo desconocido
el corazón del dueño para resucitar.
Así van desfilando muy suave en el teclado
las dulces melodías que nunca morirán...
Siempre al comienzo surge la tierna "Madrecita"
y luego, como un potro salvaje que relincha
retoza "El Curuzucuateño" pidiendo un sapucay.
El concierto se extiende hasta la madrugada
hora en que el visitante se tiene que alejar
como no halló en el cielo aquel blanco teclado
y es para el Rey un niño que solloza en sus brazos,
lo sigue consolando desde la eternidad.
Son serios musiqueros que vienen comentando
que si a la verdulera la dejan sin guardar
en las noches serenas según Altamirano
se rompe aquel silencio
como si una extraña mano
muy suave en su teclado se pone a ejecutar.
No te extrañes paisano si una noche cualquiera
tu acordeón de dos hileras comienza a rezongar
es Tarragó, el Maestro, que llega de visita
y después de haber tocado su dulce "Madrecita"
al reino de los cielos regresará...
Poema de Edgar Estigarribia
Transcripción por Alejandro Aristimuño
Autores - Intérpretes:
Edgar Estigarribia,
Recitados varios
sábado, 30 de abril de 2016
Teresa Parodi - Apurate José
(Hablado)
Así hablaba la Jacinta
en mi pueblo, yo la oí
cuando las aguas llegaron
y se tuvieron que ir.
Mezclando buen castellano
con algo de guaraní
esto fue lo que ella dijo
yo lo voy a repetir...
I
D
Apurate José que ya está viniendo
Em - A7
la creciente otra vez y no sé por qué
Em A7
esta vuelta las aguas me dan más miedo
D
todo el bicherío la está anunciando como nunca fué
Em A7 G D
¿Hayé José? Ya junté los críos y el atadito en el terraplén.
II
Em A7
Doña Pancha vino al amanecer
D Bm
y se fue con Frete para el Batel
Em A7 G D
se llevó unas calchas y algunos trastos en el carro cué.
Em A7
Ya pasó la Eulogia y Cambá Maciel
D Bm
orillando el pueblo por el tapé
Em A7 D
apurá te digo que llega el río y no sé por qué
Bm7 Em
el silencio aturde asustándome
A7 G-Gm-D
nunca fue tan triste el atardecer.
(Hablado)
La Virgencita que me perdone
pero hace mucho que Dios se olvida
de los isleños jheí chupé,
¡Ay, como sufre la gente pobre!
Calamidades manté le suelen pasar
al pueblo, ¿hayé José?
I
Te acordas la otra vez, los que no pudieron
alcanzar el camino, nadie más los vió
la Evarista Luján, la de lo de Ríos,
se quedó solita esperando al López
en el rancho allá
y no se supo más,
cada Viernes Santo suelo rezarle
el Rosario angá.
II
Apurá te digo! fijate bien
el Jacinto Gómez pasó también
fue de lo del Chino para buscarle
a la guayna de él.
Ya junté el atado y los cunumí
y a mi Virgencita, la de Itatí,
le pedí con rezos que nos ayude,
para salir
hay que ir costeando
el camino así
apurá te digo! Añá memby!
Letra y música: Teresa Parodi
Así hablaba la Jacinta
en mi pueblo, yo la oí
cuando las aguas llegaron
y se tuvieron que ir.
Mezclando buen castellano
con algo de guaraní
esto fue lo que ella dijo
yo lo voy a repetir...
I
D
Apurate José que ya está viniendo
Em - A7
la creciente otra vez y no sé por qué
Em A7
esta vuelta las aguas me dan más miedo
D
todo el bicherío la está anunciando como nunca fué
Em A7 G D
¿Hayé José? Ya junté los críos y el atadito en el terraplén.
II
Em A7
Doña Pancha vino al amanecer
D Bm
y se fue con Frete para el Batel
Em A7 G D
se llevó unas calchas y algunos trastos en el carro cué.
Em A7
Ya pasó la Eulogia y Cambá Maciel
D Bm
orillando el pueblo por el tapé
Em A7 D
apurá te digo que llega el río y no sé por qué
Bm7 Em
el silencio aturde asustándome
A7 G-Gm-D
nunca fue tan triste el atardecer.
(Hablado)
La Virgencita que me perdone
pero hace mucho que Dios se olvida
de los isleños jheí chupé,
¡Ay, como sufre la gente pobre!
Calamidades manté le suelen pasar
al pueblo, ¿hayé José?
I
Te acordas la otra vez, los que no pudieron
alcanzar el camino, nadie más los vió
la Evarista Luján, la de lo de Ríos,
se quedó solita esperando al López
en el rancho allá
y no se supo más,
cada Viernes Santo suelo rezarle
el Rosario angá.
II
Apurá te digo! fijate bien
el Jacinto Gómez pasó también
fue de lo del Chino para buscarle
a la guayna de él.
Ya junté el atado y los cunumí
y a mi Virgencita, la de Itatí,
le pedí con rezos que nos ayude,
para salir
hay que ir costeando
el camino así
apurá te digo! Añá memby!
Letra y música: Teresa Parodi
Autores - Intérpretes:
Antonio Tarragó Ros,
Carolina Rojas,
Cruz de Papel,
Teresa Parodi
Isaco Abitbol - Adiós Beatriz
I
A
El tren ya se aleja
y ella se va yendo
E7
con rumbo lejano
y yo que me quedo
mirando el pañuelo
A
que vas agitando.
Que triste momento
al ver que te alejas
E7
quien sabe hasta cuando
y ya no seremos
aquella pareja
A A7
supimos amarnos.
II
D
Beatriz,
tu ausencia me mata
E7
muchacha del alma
A
volvé junto a mí.
Beatriz,
que triste que es todo
aqui sin tu presencia
E7
yo quiero morir
Volvé,
D
que así la nostalgia
E7
se irá para siempre
A
y seré muy feliz.
I (repite)
Que triste momento al ver que te alejas...
II (repite)
Beatriz, tu ausencia me mata...
Letra y música: Alcides Ramón "Cacho" Maidana - Enrique Cena
Acordes por Alejandro Aristimuño
A
El tren ya se aleja
y ella se va yendo
E7
con rumbo lejano
y yo que me quedo
mirando el pañuelo
A
que vas agitando.
Que triste momento
al ver que te alejas
E7
quien sabe hasta cuando
y ya no seremos
aquella pareja
A A7
supimos amarnos.
II
D
Beatriz,
tu ausencia me mata
E7
muchacha del alma
A
volvé junto a mí.
Beatriz,
que triste que es todo
aqui sin tu presencia
E7
yo quiero morir
Volvé,
D
que así la nostalgia
E7
se irá para siempre
A
y seré muy feliz.
I (repite)
Que triste momento al ver que te alejas...
II (repite)
Beatriz, tu ausencia me mata...
Letra y música: Alcides Ramón "Cacho" Maidana - Enrique Cena
Acordes por Alejandro Aristimuño
Autores - Intérpretes:
Alborada,
Chango Spasiuk,
Isaco Abitbol
Antonio Tarragó Ros - Viejo musiquero
I
Bm
Yo te ví por los rincones
Em
de los boliches puebleros
F#7
alargando madrugadas
Bm
de solitarios sin sueño.
Tus manos siempre tejiendo
Em
la vida en el instrumento
F#7
encendiendo con sonidos
Bm
un sol pa´los cielos negros.
Em G7
Con cien rostros diferentes
C#7 Bm
sos el mismo musiquero
C#m7
que llena de amor los vasos
F#7 Bm D7
con su corazón abierto.
II
D
Vive en tu canción calandria y gorrión,
G Dm
la espina y la flor,
E7
tigre y yacaré,
Am
ternura y dolor, esperanza y fe,
B7
nostalgias de ayer, intención también
Em
de permanecer como un Cristo más
Am B7
sangrando de amor, para los demás
Em F#7 Bm
viejo musiquero!
I
Cuando te quedás callado
parecés un mueble viejo
una sombra recostada,
sin duendes, puro silencio,
Mas cuando bebés la luz
de algún brebaje nochero,
el alma te crece tanto,
que al rato se vuelve viento.
Y en ese viento se agolpan
las cosas del universo
pa´que las nombre la voz
de algún viejo musiquero.
II (repite)
Vive en tu canción calandria y gorrión...
Em Am
...viejo musiquero
B7 Em Am
viejo musiquero!
B7 Em F#7 Bm
viejo musiquero!
Letra: Luis Landriscina
Música: Antonio Tarragó Ros
Bm
Yo te ví por los rincones
Em
de los boliches puebleros
F#7
alargando madrugadas
Bm
de solitarios sin sueño.
Tus manos siempre tejiendo
Em
la vida en el instrumento
F#7
encendiendo con sonidos
Bm
un sol pa´los cielos negros.
Em G7
Con cien rostros diferentes
C#7 Bm
sos el mismo musiquero
C#m7
que llena de amor los vasos
F#7 Bm D7
con su corazón abierto.
II
D
Vive en tu canción calandria y gorrión,
G Dm
la espina y la flor,
E7
tigre y yacaré,
Am
ternura y dolor, esperanza y fe,
B7
nostalgias de ayer, intención también
Em
de permanecer como un Cristo más
Am B7
sangrando de amor, para los demás
Em F#7 Bm
viejo musiquero!
I
Cuando te quedás callado
parecés un mueble viejo
una sombra recostada,
sin duendes, puro silencio,
Mas cuando bebés la luz
de algún brebaje nochero,
el alma te crece tanto,
que al rato se vuelve viento.
Y en ese viento se agolpan
las cosas del universo
pa´que las nombre la voz
de algún viejo musiquero.
II (repite)
Vive en tu canción calandria y gorrión...
Em Am
...viejo musiquero
B7 Em Am
viejo musiquero!
B7 Em F#7 Bm
viejo musiquero!
Letra: Luis Landriscina
Música: Antonio Tarragó Ros
Autores - Intérpretes:
Antonio Tarragó Ros,
Luis Landriscina
Luis Landriscina - Hubo pago en el obraje (poema)
Corre el año treinta y nueve
en un obraje del Chaco,
Enero lo aviva al sol
como apurando un churrasco
y allí en el medio del monte
entre crujidos y hachazos
la gente distingue un ruido
que no es común en el pago,
es el ruido de un motor
que está llegando a los saltos
porque viene en la picada
queriendo domar las huellas
que le dejaron los carros.
El hachero que escuchó
dejó amagado un hachazo
y gritando de alegría
se fue corriendo a los saltos
porque ese ruido no es otro
que el ruido claro del auto
en el que llega el patrón
con la plata del salario...
por eso corren contentos
por eso van a esperarlo
todos quieren ser primeros
en saber la hora del pago
pa'dirse a lavar al rancho
mientras tejen ilusiones
o hacen planes pa'gastarlo...
-Yo voy a comprar ropa nueva.
-Yo provista para rato.
-Yo viá ver si llego al pueblo
porque no fui en todo el año.
Y otros entre truco y vino
seguro han de liquidarlo.
Y así entre la algarabía
de prepararse pa'el pago
la gente olvida que un Dios
les dio a todos un destino
que es un camino marcado
y que si alguno lo deja
se ensume hasta las orejas
en el charco del diablo...
pero en eso nadie piensa...
y ya en el medio e'la siesta
las guainas barren un patio
le acomodan los asientos
y cuelgan unos faroles
pa'que sirva pa'la fiesta.
-Gritó un hachero a la gente
-Ya abrió la administración!
y asomó un señor de lentes
que le llaman "el contador",
se escuda en un mostrador
que encaja contra una puerta
y allí pide las libretas
pa'hacer la liquidación.
-A ver, Ramiro González.
-Presente -gritó un paisano
que refregando sus manos
se acerca hasta el mostrador.
-Esto es lo que te sobró,
son treinta y tres con noventa
poné el dedo en el recibo
aquí tenés tu libreta...
y sí es que querés chupar
pagá la caña al contado
porque ya saben ustedes
que para el chupi no hay cuenta.
-Ajá -le dijo González-,
Traiga nomás esa caña
Ya que es plata lo que suebra.
Y se fue a esperar el baile
Prendido de la botella.
Y así sigueron pasando
los hacheros en cadena,
cada hachero un eslabón
cada eslabón una pena,
penas que pronto olvidaron
con esa caña que quema,
porque todos se llevaron
para el baile su botella...
Hasta que llegó la noche
en aquel rancho de fiesta
fiesta pobre del hachero
que no sabe ni una letra
y el que montado en sus sueños
quiere escapar rienda suelta
por el camino del vino
hacia una vida más buena...
pero el vino es traicionero
y lo aparta de esa huella
él lo empuja desde adentro
para que vuelva a la fiesta
y lo invita que demuestre
que es más hombre cualquiera,
porque el vino manda fácil
cuando el hombre es sin escuela.
Y así comienza la cosa
tal vez por una zoncera
empieza la discusión
los ánimos se caldean
y después de un empujón
ya está lista de pelea.
Benítez quiso sacar
a la novia de Cabrera
y el novio en cuanto lo vio
copó la banca en la fiesta.
-No chupe si es que no aguanta
y conmigo no se meta
no sea de que lo planche
de un cachetazo en la jeta.
Y ese fue todo el motivo
que originó la tragedia.
Benítez sacó el cuchillo,
también lo sacó Cabrera.
Y al pobre viejo don Castro
cuando vino a separar
Benítez le erró un puntazo
Que de darle lo bandea;
los cuchillos se encontraron
se gatearon como fieras,
Benítez perdió dos pasos
que fue ganando Cabrera,
se hicieron unos amagues
como estudiando flaquezas,
Benítez tanteó el destino
dejando la guardia abierta
y el otro que no era manco
lo convirtió en osamenta.
...Y allí empezaron los gritos
las lamentaciones y quejas,
el patrón vino corriendo
se agarraba la cabeza
y le echó mil maldiciones
a los que hicieron la fiesta...
el muerto era buen hachero
y perderlo era una pena...
el contador de los lentes
que llegaba en camiseta,
mirando dijo en voz alta
sin reparo a que lo oyeran:
-Cuando nó, estos negros tapes
no van a andar en pelea
tienen plata y ya se chupan
más vale que ni nacieran.
-No, mi amigo, no se pase
que también es culpa nuestra
-dijo el patrón en un tono
como a callarlo sin seña.
-Nosotros trajimos plata
y vendemos ese vino
que fue el que tomó Benítez
y hecho sangre ahora chorrea.
Aunque de todas las culpas
la mayor es la ignorancia
de esta gente sin escuela,
que se divierte a su modo
ya que chupar es su fiesta;
No se divierten mejor
porque nadie les enseña,
lo mismo que el trabajar
y ese vivir como bestias,
o el de no saber firmar
por no conocer las letras,
fue por que nadie les dijo
que en el pueblo hay una escuela
donde hay un director
y tal vez una maestra,
que ya hubieran evitado
hace rato esa pelea,
con esos dones de padres
que brotan de su paciencia...
Pero ya no pudo hablar
se hizo el duro a su manera
y se corrió pa'lo oscuro
disimulando su pena...
Y en el medio de aquel patio
como una muestra inservible
de otro tipo de coraje
se fue apagando Benítez
tendido en un viejo catre;
La noche se hizo profunda,
quedó en silencio el obraje,
un hacha quedó sin dueño,
un hijo quedó sin padre,
y un cuzco pensó pa' adentro
y estaré solo en el rancho
ya no hará falta que ladre.
Allí quedaba ese hachero
personaje de una historia
escrita en su propia sangre
para carne de los chismes
de las viejas del paraje
o pa'que al llegar al pueblo
en un cajón sin lustrarse
la gente diga tristona
"Hubo pago en el obraje".
Poema de Luis Landriscina
en un obraje del Chaco,
Enero lo aviva al sol
como apurando un churrasco
y allí en el medio del monte
entre crujidos y hachazos
la gente distingue un ruido
que no es común en el pago,
es el ruido de un motor
que está llegando a los saltos
porque viene en la picada
queriendo domar las huellas
que le dejaron los carros.
El hachero que escuchó
dejó amagado un hachazo
y gritando de alegría
se fue corriendo a los saltos
porque ese ruido no es otro
que el ruido claro del auto
en el que llega el patrón
con la plata del salario...
por eso corren contentos
por eso van a esperarlo
todos quieren ser primeros
en saber la hora del pago
pa'dirse a lavar al rancho
mientras tejen ilusiones
o hacen planes pa'gastarlo...
-Yo voy a comprar ropa nueva.
-Yo provista para rato.
-Yo viá ver si llego al pueblo
porque no fui en todo el año.
Y otros entre truco y vino
seguro han de liquidarlo.
Y así entre la algarabía
de prepararse pa'el pago
la gente olvida que un Dios
les dio a todos un destino
que es un camino marcado
y que si alguno lo deja
se ensume hasta las orejas
en el charco del diablo...
pero en eso nadie piensa...
y ya en el medio e'la siesta
las guainas barren un patio
le acomodan los asientos
y cuelgan unos faroles
pa'que sirva pa'la fiesta.
-Gritó un hachero a la gente
-Ya abrió la administración!
y asomó un señor de lentes
que le llaman "el contador",
se escuda en un mostrador
que encaja contra una puerta
y allí pide las libretas
pa'hacer la liquidación.
-A ver, Ramiro González.
-Presente -gritó un paisano
que refregando sus manos
se acerca hasta el mostrador.
-Esto es lo que te sobró,
son treinta y tres con noventa
poné el dedo en el recibo
aquí tenés tu libreta...
y sí es que querés chupar
pagá la caña al contado
porque ya saben ustedes
que para el chupi no hay cuenta.
-Ajá -le dijo González-,
Traiga nomás esa caña
Ya que es plata lo que suebra.
Y se fue a esperar el baile
Prendido de la botella.
Y así sigueron pasando
los hacheros en cadena,
cada hachero un eslabón
cada eslabón una pena,
penas que pronto olvidaron
con esa caña que quema,
porque todos se llevaron
para el baile su botella...
Hasta que llegó la noche
en aquel rancho de fiesta
fiesta pobre del hachero
que no sabe ni una letra
y el que montado en sus sueños
quiere escapar rienda suelta
por el camino del vino
hacia una vida más buena...
pero el vino es traicionero
y lo aparta de esa huella
él lo empuja desde adentro
para que vuelva a la fiesta
y lo invita que demuestre
que es más hombre cualquiera,
porque el vino manda fácil
cuando el hombre es sin escuela.
Y así comienza la cosa
tal vez por una zoncera
empieza la discusión
los ánimos se caldean
y después de un empujón
ya está lista de pelea.
Benítez quiso sacar
a la novia de Cabrera
y el novio en cuanto lo vio
copó la banca en la fiesta.
-No chupe si es que no aguanta
y conmigo no se meta
no sea de que lo planche
de un cachetazo en la jeta.
Y ese fue todo el motivo
que originó la tragedia.
Benítez sacó el cuchillo,
también lo sacó Cabrera.
Y al pobre viejo don Castro
cuando vino a separar
Benítez le erró un puntazo
Que de darle lo bandea;
los cuchillos se encontraron
se gatearon como fieras,
Benítez perdió dos pasos
que fue ganando Cabrera,
se hicieron unos amagues
como estudiando flaquezas,
Benítez tanteó el destino
dejando la guardia abierta
y el otro que no era manco
lo convirtió en osamenta.
...Y allí empezaron los gritos
las lamentaciones y quejas,
el patrón vino corriendo
se agarraba la cabeza
y le echó mil maldiciones
a los que hicieron la fiesta...
el muerto era buen hachero
y perderlo era una pena...
el contador de los lentes
que llegaba en camiseta,
mirando dijo en voz alta
sin reparo a que lo oyeran:
-Cuando nó, estos negros tapes
no van a andar en pelea
tienen plata y ya se chupan
más vale que ni nacieran.
-No, mi amigo, no se pase
que también es culpa nuestra
-dijo el patrón en un tono
como a callarlo sin seña.
-Nosotros trajimos plata
y vendemos ese vino
que fue el que tomó Benítez
y hecho sangre ahora chorrea.
Aunque de todas las culpas
la mayor es la ignorancia
de esta gente sin escuela,
que se divierte a su modo
ya que chupar es su fiesta;
No se divierten mejor
porque nadie les enseña,
lo mismo que el trabajar
y ese vivir como bestias,
o el de no saber firmar
por no conocer las letras,
fue por que nadie les dijo
que en el pueblo hay una escuela
donde hay un director
y tal vez una maestra,
que ya hubieran evitado
hace rato esa pelea,
con esos dones de padres
que brotan de su paciencia...
Pero ya no pudo hablar
se hizo el duro a su manera
y se corrió pa'lo oscuro
disimulando su pena...
Y en el medio de aquel patio
como una muestra inservible
de otro tipo de coraje
se fue apagando Benítez
tendido en un viejo catre;
La noche se hizo profunda,
quedó en silencio el obraje,
un hacha quedó sin dueño,
un hijo quedó sin padre,
y un cuzco pensó pa' adentro
y estaré solo en el rancho
ya no hará falta que ladre.
Allí quedaba ese hachero
personaje de una historia
escrita en su propia sangre
para carne de los chismes
de las viejas del paraje
o pa'que al llegar al pueblo
en un cajón sin lustrarse
la gente diga tristona
"Hubo pago en el obraje".
Poema de Luis Landriscina
Autores - Intérpretes:
Luis Landriscina,
Recitados varios
Rodolfo Regúnaga - Isaco y los pájaros
I
Em B7
Apoyaba los dedos en la jaula
C
y los trinos poblaban la esperanza,
Em
y los sueños de su gente mansa
F#7 B7 Em
volaban por el aire en filigrana.
B7
Por la izquierda chogüises y monteras,
C
por la derecha horneros y calandrias
Em
en bandadas del monte de su pecho
F#7 B7 Em
alicrecidos de pasión bajaban.
II
E7 Am
Cuando cerraba el fuelle regresaban
D7 G
y se dormían dentro de la caja,
C
hasta que las caricias de sus manos
F#7 B7 Em
tiernamente otra vez los despertaban.
I
Acunando ese mundo en su regazo
de acompasado amor por los sonidos
dió a mi niñez ansias de cielo y sueños
y esta frescura de arroyito limpio.
Ensangrentado el sol murió en la tarde
cuando sus manos se quedaron quietas,
al monte se volaron los chogüises,
al monte las calandrias y monteras.
II
Isaco liberó todos los pájaros
para que aniden en las enramadas,
y vuelvan, por la magia de los ciclos,
a los hijos de los sueños del Patriarca.
Música y Letra de Rodolfo María Regúnaga
Acordes por Alejandro Aristimuño
Em B7
Apoyaba los dedos en la jaula
C
y los trinos poblaban la esperanza,
Em
y los sueños de su gente mansa
F#7 B7 Em
volaban por el aire en filigrana.
B7
Por la izquierda chogüises y monteras,
C
por la derecha horneros y calandrias
Em
en bandadas del monte de su pecho
F#7 B7 Em
alicrecidos de pasión bajaban.
II
E7 Am
Cuando cerraba el fuelle regresaban
D7 G
y se dormían dentro de la caja,
C
hasta que las caricias de sus manos
F#7 B7 Em
tiernamente otra vez los despertaban.
I
Acunando ese mundo en su regazo
de acompasado amor por los sonidos
dió a mi niñez ansias de cielo y sueños
y esta frescura de arroyito limpio.
Ensangrentado el sol murió en la tarde
cuando sus manos se quedaron quietas,
al monte se volaron los chogüises,
al monte las calandrias y monteras.
II
Isaco liberó todos los pájaros
para que aniden en las enramadas,
y vuelvan, por la magia de los ciclos,
a los hijos de los sueños del Patriarca.
Música y Letra de Rodolfo María Regúnaga
Acordes por Alejandro Aristimuño
martes, 16 de febrero de 2016
Gabino Chávez - Jardín correntino
I
Cm G7
De paz y quietud
Cm
se llenó mi alma
G#7
cuando a Santa Rosa rincón de luz
G7
llegué una mañana.
Lapachos en flor
de arrebol vestían
la Iglesia y la plaza
Cm
allá a un costado de la avenida.
G7
Verde tacuaral
Cm
hamacando trinos
C7
prolijas casitas
Fm
acollaradas junto al camino.
Monte, palmeral,
Cm
estero, Batel,
G7
y lagunas mansas
Cm
que bella estampa de Taragüí.
II
G7
Suelo forestal
Cm
manantial de flor, jardín correntino,
G7
racimo de amigos
Cm
me llevé conmigo.
G7
Por eso al volver
Cm C7
en un chamamé yo quiero abrazarte
Fm
pueblito florido
G7 Cm
que te agrandaste en mi corazón.
I
Cuando la amistad
sembró su semilla
regué con afán para cosechar
esta maravilla.
Vino, chamamé,
y el abrazo fiel
de la gente cuera
que a Santa Rosa
me hace volver.
II (repite)
Suelo forestal...
Letra y música: Félix Chávez - Alfredo Almeida
Acordes y transcripción por Alejandro Aristimuño
Cm G7
De paz y quietud
Cm
se llenó mi alma
G#7
cuando a Santa Rosa rincón de luz
G7
llegué una mañana.
Lapachos en flor
de arrebol vestían
la Iglesia y la plaza
Cm
allá a un costado de la avenida.
G7
Verde tacuaral
Cm
hamacando trinos
C7
prolijas casitas
Fm
acollaradas junto al camino.
Monte, palmeral,
Cm
estero, Batel,
G7
y lagunas mansas
Cm
que bella estampa de Taragüí.
II
G7
Suelo forestal
Cm
manantial de flor, jardín correntino,
G7
racimo de amigos
Cm
me llevé conmigo.
G7
Por eso al volver
Cm C7
en un chamamé yo quiero abrazarte
Fm
pueblito florido
G7 Cm
que te agrandaste en mi corazón.
I
Cuando la amistad
sembró su semilla
regué con afán para cosechar
esta maravilla.
Vino, chamamé,
y el abrazo fiel
de la gente cuera
que a Santa Rosa
me hace volver.
II (repite)
Suelo forestal...
Letra y música: Félix Chávez - Alfredo Almeida
Acordes y transcripción por Alejandro Aristimuño
Autores - Intérpretes:
Alfredo Almeida,
Felix Chávez,
Gabino Chavez
martes, 2 de febrero de 2016
Ricardo Scófano - Mi tiempo mi infancia
I
Bm
Allá donde mi provincia
F#m
vierte su fruto de miel y sol
mi infancia de Bella Vista
Bm
mi antiguo tiempo en el corredor.
Primera Sección La Loma
F#m
con sus costumbres que no cambió
en ocho suertes su gente
Bm
te va dejando su corazón.
II
B7 Em
Mi tiempo,
A7 D
mi infancia,
Bm F#m
mis padres,
Bm
mi viejo hogar
B7 Em
les traigo
A7 D
mis versos
Bm F#m
los sueños
Bm
en mi cantar.
Recitado
Cuántos recuerdos queridos
que vienen a mi memoria
la Escuela 307, los Panunzio, los Boleso,
los Beltrán y los Carruega
el almacén de Tatú
y el bandoneón de don Vidal Gutiérrez
que en horas de la siesta
tanto me hiciera soñar...
I
Se van pasando los años
y sin embargo te quiero igual
añosa casa amarilla
con mis hermanos bajo el parral.
Al ver hoy a mis gurises
siento en el alma la evocación
así como crecen ellos
mi infancia un cielo me regaló.
II (repite)
Mi tiempo...
Letra y música: Ricardo Scófano - Chango Paniagua
Transcripción y acordes por Alejandro Aristimuño
Bm
Allá donde mi provincia
F#m
vierte su fruto de miel y sol
mi infancia de Bella Vista
Bm
mi antiguo tiempo en el corredor.
Primera Sección La Loma
F#m
con sus costumbres que no cambió
en ocho suertes su gente
Bm
te va dejando su corazón.
II
B7 Em
Mi tiempo,
A7 D
mi infancia,
Bm F#m
mis padres,
Bm
mi viejo hogar
B7 Em
les traigo
A7 D
mis versos
Bm F#m
los sueños
Bm
en mi cantar.
Recitado
Cuántos recuerdos queridos
que vienen a mi memoria
la Escuela 307, los Panunzio, los Boleso,
los Beltrán y los Carruega
el almacén de Tatú
y el bandoneón de don Vidal Gutiérrez
que en horas de la siesta
tanto me hiciera soñar...
I
Se van pasando los años
y sin embargo te quiero igual
añosa casa amarilla
con mis hermanos bajo el parral.
Al ver hoy a mis gurises
siento en el alma la evocación
así como crecen ellos
mi infancia un cielo me regaló.
II (repite)
Mi tiempo...
Letra y música: Ricardo Scófano - Chango Paniagua
Transcripción y acordes por Alejandro Aristimuño
Autores - Intérpretes:
Chango Paniagua,
Grupo Renacer,
Ricardo Scófano
Cacho Saucedo - Cartas de ayer
I
F#
En unos manojos de cartas perdidas
C#7
entre unos papeles que un día guardé
estaban escritas las horas vividas
F#
por el remitente que no olvidaré.
Testigo de dichas, letras perfumadas
C#7
tantas alegrías yo de nuevo sentí
las ansias de verte las vi renovadas
F#
mirando tu nombre, mil veces leí.
II
F#
Dónde estarán tus amores
C#7
dónde estará tu calor
quién gozará los primores
F#
de aquel tan lejano amor.
Sigan brillando los cielos
C#7
aumentando mi ilusión
pues yo vivo en el consuelo
F#
de estar en tu corazón.
I
Testigo de dichas, letras perfumadas
tantas alegrías yo de nuevo sentí
las ansias de verte las vi renovadas
mirando tu nombre, mil veces leí.
II (repite)
Donde estarán tus amores...
Letra y musica: Domínguez Guerra - Cacho Saucedo
Transcripción y acordes por Alejandro Aristimuño
F#
En unos manojos de cartas perdidas
C#7
entre unos papeles que un día guardé
estaban escritas las horas vividas
F#
por el remitente que no olvidaré.
Testigo de dichas, letras perfumadas
C#7
tantas alegrías yo de nuevo sentí
las ansias de verte las vi renovadas
F#
mirando tu nombre, mil veces leí.
II
F#
Dónde estarán tus amores
C#7
dónde estará tu calor
quién gozará los primores
F#
de aquel tan lejano amor.
Sigan brillando los cielos
C#7
aumentando mi ilusión
pues yo vivo en el consuelo
F#
de estar en tu corazón.
I
Testigo de dichas, letras perfumadas
tantas alegrías yo de nuevo sentí
las ansias de verte las vi renovadas
mirando tu nombre, mil veces leí.
II (repite)
Donde estarán tus amores...
Letra y musica: Domínguez Guerra - Cacho Saucedo
Transcripción y acordes por Alejandro Aristimuño
Autores - Intérpretes:
Cacho Saucedo,
Catalino Domínguez Guerra,
Grupo Sapukay
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